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El origen de este bulo está asociado a la dificultad de difundir la ciencia de forma rigurosa y comprensible. Hace ya décadas, oceanógrafos de Estados Unidos descubrieron que la densidad de pequeños fragmentos de plástico, de un tamaño de unos pocos milímetros, era mayor en los giros oceánicos centrales. Esto se debe a las corrientes circulares en cada uno de los océanos de cada hemisferio: Atlántico Norte y Sur, Pacífico Norte y Sur e Índico. El fenómeno a escala global es similar a lo que ocurre si revolvemos con una cuchara un vaso de agua con aserrín flotando: el aserrín se concentra en el medio. La densidad media de estas partículas en el mar es tan baja que se expresa por km2, mientras que en estas zonas alcanza la cifra de 2 partículas por 100 m2, y el máximo descrito tras años de muestreos es de 6 por 10 m2. Haciendo algunos cálculos que consideran la distribución de tamaño de estas partículas y la profundidad muestreada, sale como máximo 0,000007 g de plástico por litro de agua.
¿De dónde viene entonces esto de la isla? Los científicos que estudiaron esto llamaron a estas áreas con densidades de plástico más altas de lo normal "patches" (manchas) y representaron estas manchas en mapas del mundo similares a los de la figura de este enlace de NOAA, EEUU. Según los propios científicos que elaboraron los mapas, el nombre de manchas era engañoso, pues uno puede atravesarlas sin ver más que agua, y contribuyó a difundir el bulo de que existen islas de basura en medio del océano. Por supuesto, en internet podemos encontrar fotografías tomadas de acumulaciones de basura en cualquier zona costera que dan falsa evidencia gráfica de tales islas.
R Beiras, 05/07/2024
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